Lorena (Amazon Prime) – El corte a John Wayne

Que John Wayne Bobbitt comparta el nombre con el mito hollywoodense, hace más atractivo el acto simbólico que le perpetró su ex pareja, Lorena Bobbitt. La extirpación sufrida por John Wayne en manos de su mujer una noche de 1993, cortó con décadas de abusos, violaciones, humillaciones y sometimiento que la masculinidad llevaba aplicando a todo lo que no entraba en su definición.

John Wayne fue y sigue siendo para Hollywood un símbolo de rudeza y masculinidad. La leyenda de la cinematografía estadounidense forjó la cosmovisión del patriotismo, la seguridad y tantos elementos atribuidos a lo que significa(ba) ser hombre. Pistola en mano.

Que John Wayne Bobbitt comparta el nombre con el mito hollywoodense, hace más atractivo el acto simbólico que le perpetró su ex pareja, Lorena Bobbitt. La extirpación sufrida por John Wayne en manos de su mujer una noche de 1993, cortó con décadas de abusos, violaciones, humillaciones y sometimiento que la masculinidad llevaba aplicando a todo lo que no entraba en su definición.

Lorena, la docuserie disponible en Amazon Prime, presenta en 4 capítulos una cuidada reconstrucción de los hechos sucedidos y posteriormente padecidos por Lorena Bobbitt y John Wayne Bobbitt la noche del 23 de junio de 1993, cuando ella, utilizando un cuchillo de cocina, cortó el pene de su en ese entonces marido, para salir del hogar. Lorena cargó con parte del miembro en sus manos, condujo su vehículo y arrojó la pieza cercenada a un costado del camino, para finalizar la travesía entregándose a la policía. Mientras su esposo, incompleto en la cama matrimonial, se desangraba mientras trataba de buscar ayuda y dar razonamiento a lo que sus ojos veían: su pene había sido “decapitado”.

La producción, que se desarrolla con gran manejo narrativo, ya que al abordar un caso muy bullado y que en sus años generó gran discusión y juicio, evita tomar partido (sino hasta el final) por uno de ellos, víctima o victimario. A través de múltiples entrevistas a vecinos, amigos y familiares, tanto de Lorena como de John Wayne Bobbitt, la docuserie construye un mapa de la pareja y su contexto, para que así los espectadores podamos comprender lo que iremos viendo a través de los juicios legales que conllevó esta historia. Como también los juicios sociales y mediáticos que se dieron en esos años. Estos últimos, quizás, los más relevantes.

A estas alturas, a menos que las últimas décadas no se tenga un televisor para informarse, es ampliamente conocida la gran cobertura y atractivo que generan los juicios legales en Estados Unidos. Desde O.J Simpson hasta Mark Zuckerberg, ambos son ejemplos sobre cómo el presentarse frente a un juez es ir al casting para la serie o película de tu historia. Con el caso de Lorena Bobbitt, esta tendencia no iba ser menos.

Canales de televisión, emisoras de radios, periódicos, revistas, tanto norteamericanas como extranjeras, estuvieron a las afueras de los tribunales y casas, siguiendo a esta pareja. Sin descanso. Lorena y John Wayne, durante 1993, fueron celebridades. Mientras que ella contrató a un agente de Hollywood para coordinar sus declaraciones o exhibiciones en medios; John, el hombre que sufrió la mutilación de su miembro, fue invitado a programas de televisión, radio y eventos musicales. Quizás la culminación de su estrellato fue protagonizar una película pornográfica en la que en su “trama” recreaba, precisamente, su relación con Lorena.

Y es que todo el aparataje técnico para captar una imagen de la pareja, no fue más que alimentar esa tendencia obsesiva que tanto medios como receptores necesitaban satisfacer: el morbo. La crueldad, lo desagradable, fueron los ingredientes principales de este caso. Se constata en los registros de Lorena, declarando en el estrado, enumerando las constantes violaciones sufridas en manos de su marido, y en la figura de John, que terminó realizando una producción pornográfica. Para que quienes la hayan visto, adelantasen la “trama” hasta el minuto donde pudiese verse el miembro reconstruido. En ambos, la exposición de los cuerpos, en imagen y palabra, y sus posteriores reproducciones, fueron el alimento perfecto del monstruo mediático.

Comediantes haciendo chistes, o gags en televisión abierta, recreaciones melodramáticas, son el resultado del gusto adquirido de las cadenas televisivas ante el trauma vivido por el matrimonio Bobbitt. El abuso de sus imágenes fue un reflejo de cómo el placer de uno puede ser el sometimiento del otro.

Hacia el final de esta docuserie, la ex pareja exhibe una imagen de paz. John Wayne Bobbitt, completo, en su hogar, rememora con humor las anécdotas o consecuencias vividas después de esa inolvidable noche del ’93. Lorena, ahora apellidada Gallo, llora en ciertos momentos de la entrevista, pero también habla con esperanza de su contribución a la ayuda de víctimas de violencia intrafamiliar.

En un momento de las entrevistas, Lorena recuerda su llegada a Estados Unidos desde Ecuador. Tenía casi 18 años. Veía, con fascinación, un país encantador y atractivo. Quería vivir ahí. Deseaba hacer su vida como norteamericana.

La noche del 23 de junio de 1993, Lorena cortó a John Wayne, a los medios y la gente que se alimentó de este caso, para así exponer a corazón abierto la carne viva del abuso que una parte de la sociedad llevaba realizando por años, esa parte que apuntaba con una mano y, por supuesto,  sostenía su miembro con la otra.

Ficha de Lorena de Amazon Prime.

Producción: Jordan Peele, Win Rosenfeld, Joshua Rofé, Steven J. Berger, Jenna Santoianni, Tom Lesinski.

AleAravena

Publicista porque quería hacer comerciales ya que era lo más cerca a hacer cine, sin estudiarlo y morir de hambre.