El 30 de septiembre de 2015, de pie y sin mover un músculo en la Pista Atlética del Estadio Nacional, me entregué a la suave guitarra de Brian May que, a unos cuantos metros, interpretaba Love of my life. Canté y lloré. Existió registro de ello en mi celular por mucho tiempo. Pero la oleada de emociones que viví en ese momento, en esa canción, la recuerdo muy bien. Uno de los instantes más hermosos que he experimentado.
Así como yo, todos los que fueron parte de esa noche pasaron por sensaciones diversas, únicas y quizás irrepetibles. La unicidad de algo que compartimos. Es lo bonito de los conciertos y que también puede atribuirse al cine en la sala. Todos somos conscientes de lo que se expone ante nuestros ojos, mas no de lo que pasa tras ellos. Se nos muestra algo, pero no todos vemos lo mismo. Como lo que pasa con Bohemian Rhapsody, la película.
Si bien, a estas alturas, después de su estreno en todo el mundo y su larga cosecha de nominaciones, premios, aplausos y también críticas en contra, no se ha llegado a un consenso de si ésta es una “buena” o “mala” película. Si es que se pudiese hacer tal cosa. O peor, si se DEBIESE hacer. Y es que tenemos que asumir que en este noble, pero no solicitado oficio de pensar el cine, nuestro esfuerzo tiene un aporte “invaluable” en el buen sentido (para nosotros) y en el malo (para el público). Así que esto no es más que responder a una pregunta que nadie hizo. Pero igual, vamos.
Las opiniones sobre la calidad de la historia de Queen y Freddie Mercury (sabemos que van por carriles separados) llevada a la pantalla comenzaron a levantarse a partir de las nominaciones a los premios de la academia, en 5 categorías incluyendo los Oscar a Mejor Actor para Rami Malek y Mejor Película. Y aquí comenzó la discusión.
Son conocidas las estrategias de los estudios y productoras para llevar a sus candidatas a la carrera por el pilucho dorado. Lo aprendimos con Una Mujer Fantástica y su exposición casi diaria en medios gringos de cine. Entonces no debería sorprender a nadie que un producto tan “mainstream” como Bohemian Rhapsody llegase a los premios más populares del mundo. Ha pasado antes y seguirá pasando. El problema radica en las “competencias” y si son suficientes.
En años anteriores hemos visto biopics de bandas o músicos POP llegar al cine, con éxito en audiencias y críticas (sigamos pensando que eso último también es “valioso”), como Amadeus de Milos Forman sobre
Wolfgang Amadeus Mozart o Ray con un gran Jamie Foxx como Ray Charles. Músicos que más allá de sus obras, fueron personajes en contextos que hablaban de otros temas, como los problemas raciales en Ray. Había más que contar a partir de ellos. Y ahí nace un primer problema con la biopic de Freddie y compañía: ¿Hay algo más que ver? No me malinterpreten; conocer los pormenores de cómo se gestaron himnos de estadio como We will rock you o la épica canción que da nombre al filme, son claramente caramelos que queremos saborear…¿y qué más? Quienes nos hemos repetido el show de Queen en el Live Aid de 1985, sabemos el nivel de espectáculo que generaba la potencia de la batería de Roger Taylor, el marcado groove en el bajo de John Deacon, la explosiva guitarra de Brian May. Y para qué hablar del mejor frontman de la historia de la música.
Pero ¿Qué más había para ofrecer? ¿Había en Queen algo más que la mejor banda en vivo? Es una duda que la misma película trata de responderse al iniciar y cerrar con el show visto en ese repleto estadio de Wembley.
Quizás la academia vió algo que nosotros no. Parece que el público sintió algo que a nosotros no nos pasó. Los críticos estamos inhabilitados para acceder a esa cancha VIP donde hay una mayor cercanía con el espectáculo.
Y si existe una historia, un drama que resaltar, está en nosotros (mí): ver lo que se quiere ver, para darse cuenta que no se siente lo que se quiere sentir. La banda que escuché toda mi vida, que después vi ante mis ojos y luego volví a ver, nunca fue la misma.
Ficha.
Dirección: Bryan Singer.
Guion: Anthony McCarten (Historia: Anthony McCarten, Peter Morgan).
Música: John Ottman (Canciones: Queen).
Fotografía: Newton Thomas Sigel.
Reparto: Rami Malek, Joseph Mazzello, Ben Hardy, Gwilym Lee, Lucy Boynton, Aidan Gillen,Tom Hollander, Mike Myers, Allen Leech, Aaron McCusker, Jess Radomska,Max Bennett, Michelle Duncan, Ace Bhatti, Charlotte Sharland,Ian Jareth Williamson, Dickie Beau, Jesús Gallo, Jessie Vinning.
