Misión Imposible: Fallout, sexta entrega de la saga protagonizada por Tom Cruise como el agente Ethan Hunt, provoca exactamente lo que se espera (o yo espero) de una película de acción/espía: el placer de desenmascarar, llegar a las vueltas de tuerca, la sorpresa.
En plena época del internet Metrópolis Intercom, pantallas gordas, Encarta, CDs y Disquetes, había un videojuego para computador que hasta el día de hoy muchos de nosotros recordamos: ¿Dónde está Carmen San Diego?. Si bien el juego había sido lanzado en 1985 (otros hablan del 83), yo como tantos otros, tuvimos el placer de tener un disquete con este simulador a finales de los 90. La funcionalidad era muy simple: debíamos encontrar a la espía Carmen San Diego mediante pistas en torno a historia y geografía universal. Era tan bueno el juego que no nos dábamos cuenta que estábamos aprendiendo, sin nuestro consentimiento de pre adolescente.
¿Qué hacía tan especial y memorable a un juego tan funcional, hasta ordinario en su presentación?
Dos simples cosas: sentirnos inteligentes y felices. Elementos que, el juego de espías que nos convoca en esta ocasión, también nos entrega: Misión Imposible 6: Repercusión.
Henry Cavill, una máscara más en este juego de espías.
La sexta entrega de la saga protagonizada por Tom Cruise como el agente Ethan Hunt provoca exactamente lo que se espera (o yo espero) de una película de acción/espía: el placer de desenmascarar, llegar a las vueltas de tuerca, la sorpresa. A veces podemos pensar en que nos están engañando, pero no sabemos ni cómo ni cuándo lo averiguaremos. Nos gusta creer la mentira y creer que la descubrimos.
Con las películas de acción (las buenas) establecemos una relación donde nos sentamos frente a la pantalla y decimos “ok, te dejaré que me lleves a donde tú quieras. Siempre y cuando crea en todo lo que me muestres. Confiaré en ti. Confiaré en que me hagas olvidar, por un par de horas, en mi vida donde la única acción que tengo está en cruzar un semáforo en rojo o en entrar al vagón del metro cuando está a punto de cerrar la puerta. Hazme creer y te dejaré llevarme”.
Tom Cruise sin casco. Más que una Misión Imposible, un parte seguro.
Alfred Hitchcock creía y profesaba en un cine inverosímil. Y su más fiel discípulo, Brian De Palma, fue quién llevó al cine, por primera vez en 1996, esta saga que irradia improbabilidad, fantasía y, claramente, irracionalidad.
Cada cual considera el cine a su gusto. Lo ve y lo siente como quiere y por ende le otorga la definición que guste. Para mí es una forma de sentir y, a veces, espero pasarla bien, Misión Imposible 6: Repercusión cumple esta última petición: pasarla muy bien.
Quizás hoy, responder a un par de preguntas para dar con la caprichosa Carmen San Diego no sea del todo mi agrado y sería algo que preferiría dejar a mi yo de los 90, pero sí me complace saber que el cine de acción aún tiene su arma cargada después de tantos años.
Ficha.
Dirección: Christopher McQuarrie.
Guión: Christopher McQuarrie, Bruce Geller.
Música: Lorne Balfe.
Fotografía: Rob Hardy.
Reparto: Tom Cruise, Rebecca Ferguson, Henry Cavill, Simon Pegg, Ving Rhames,Vanessa Kirby, Michelle Monaghan, Alec Baldwin, Angela Bassett, Sian Brooke, Sean Harris, Wes Bentley, Frederick Schmidt, Liang Yang, Kristoffer Joner.