Reseña: Sicario 2: Soldado – Dame una buena excusa.

La segunda parte del Padrino es considerada una de las mejores secuelas de la historia del cine. Mejor que su antecesora, dicen algunos. Dentro de ese pequeño “ranking” de grandes-segundos platos aparecen Terminator 2, Aliens, El Imperio Contraataca, Batman El Caballero de Noche y, ¿paremos de contar?

Quizás hay más (y quisiera incluir Spiderman 2 de Sam Raimi), pero lo que deberíamos pensar es ¿por qué hay buenas secuelas? ¿por qué nacieron? Entendiendo que sus primeras partes fueron tan “buenas” o exitosas, dónde está la excusa para repetir tan buen chiste, más allá del bello y sucio dinero que se podrá recaudar, claro.

¿Cuál es una buena excusa para seguir? Antes de sentarme en el cine a verla, Sicario 2: Soldado me generaba esa pregunta.

Los conflictos con países extranjeros siguen en el EE.UU de Sicario (y en el real, también) donde los mejicanos son sus vecinos más problemáticos. Ahora, aparecieron otros: terroristas de medio oriente.

La primera secuencia de Sicario 2 es una explosión realizada por terroristas, o sea, un grupo de musulmanes, en un pequeño supermercado de alguna ciudad gringa. Luego vemos una redada de la policía tratando de capturar inmigrantes en la frontera, donde también la explosión de un “suicida” levanta la alarma de cómo es que estos tipos llegan tan fácil a la tierra de los sueños. De aquí en adelante, se comienza a configurar la trama que trae de vuelta al agente federal Matt Graver (Josh Brolin) como líder de la operación que buscará crear una guerra entre los carteles “nacos” para una futura intervención gringa. Toda una conspiración. Y para llevarla a cabo, se necesitará, nuevamente, la ayuda de Alejandro Gillick (Benicio del Toro).

Así es como tenemos la excusa para iniciar una guerra y, como siempre, todos sus daños colaterales.

Pero la existencia de esta secuela, que también trae de vuelta Taylor Sheridan en el guion, parece tener su combustible en la realidad más que en las historias de sus personajes. Como si el mismísimo Trump estuviese en el set de filmación, no tras la cámara, sino como asesor externo y violento.

La violencia se reprime con violencia, parece ser la máxima del colorín presidente y de los actos que realizan cada uno de los personajes, porque no hay otra forma de hacer las cosas…o porque es la excusa para ser violento. Yo te ataco porque tú me atacas y tú me atacas porque yo te ataco. ¿Acaso no es eso terrorismo? Si su definición está en violentar con fines políticos, el devolver el golpe es un acto político, no?

Entonces, ¿hay una buena excusa para realizar Sicario 2? Lamentablemente, sí. No por su propio universo, ni por superar lo realizado por Denis Villenueve y Roger Deakins en la primera entrega, aunque el director Stefano Sollima cumple bastante bien con reconstruir la atmósfera. La excusa que parió este filme no está en manos de sus realizadores: la está creando un externo, ese otro extranjero.

Ficha.

Dirección: Stefano Sollima.

Guión: Taylor Sheridan.

Música: Hildur Guðnadóttir.

Fotografía: Dariusz Wolski.

Reparto: Benicio del Toro, Josh Brolin, Matthew Modine, Catherine Keener, Isabela Moner,Jeffrey Donovan, Elijah Rodriguez, Christopher Heyerdahl, Manuel García-Rulfo,Bruno Bichir.

poster-sicario-2-original

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AleAravena

Publicista porque quería hacer comerciales ya que era lo más cerca a hacer cine, sin estudiarlo y morir de hambre.