Reseña: Campamento Extraordinario – Saber escuchar

Campamento Extraordinario, es un gran documental sobre cómo un pequeño acontecimiento en la vida de unas personas los cambió para siempre. Pero quizás su mayor valor está en demostrar cómo el encuentro entre quienes tienen algo que decir sea escuchado por quienes deben oírlo.

Woodstock es hasta el día de hoy recordado como un festival mítico, de música y explosión cultural, pero que con el tiempo ha perdido su relevancia ya que, en perspectiva, no fue más que una fiesta de gran convocatoria sin más sentido u objetivo que pasarlo bien entre quienes lo querían así. Un gusto que se dieron los que participaron de él.

En una época en que las movilizaciones en contra de la guerra de Vietnam y las diferentes luchas sociales que se daban, sobretodo, en un EE.UU que (hasta hoy) deja mostrar sus peores expresiones de racismo y discriminación, el famoso festival “hippie” de música no generó más que el mito de sí mismo. Desde esa mirada, lo que busca y logra con gran desarrollo el documental Campamento Extraordinario (Crip Camp) es dar una cachetada a lo que debió ser Woodstock y, por qué no, todos los eventos que nacen en tiempos de revolución.

El Campamento Janed fue un lugar de veraneo a comienzo de los 50, pero no fue hasta los 70 que vio llegar a quienes conoceremos en este documental: un gran grupo de adolescentes con diferentes discapacidades mentales y motoras. Liderados y acompañados por monitores quienes los ayudaban en las diferentes tareas diarias y juegos, para muchos de los jóvenes, ésta fue la primera vez que conocían a otros con las mismas características y, por supuesto, idénticas dificultades que nadie en sus hogares o escuelas pudiesen comprender.

Diálogos, risas, primeros romances, y compartir todos por igual, algo que nunca habían experimentado, es lo que vemos gracias a la cámara que los seguía como uno más, no sólo por el registro, también como confidente de sus cuestionamientos, dudas, rabias, todas esas emociones recurrentes en la adolescencia, pero a través del filtro de la condición en que cada uno vivía fuera de ese lugar, o sea, en “la vida normal”.

Pero lo que pudo ser un amor de verano, no se quedó ahí. Varios de los adolescentes que jugaban béisbol o se besaban entre las cabañas después de un guitarreo, llevaron ese fuego hacia las calles para impulsar políticas públicas que hicieran de la vida fuera del campamento tan normal como lo fue ahí. Desde ese punto, la cámara se vuelca a los testimonios de los protagonistas, ahora más viejos, más independientes.

El documental nos lleva de la mano hasta puntos emocionantes ya que no decide ponerse frente a los protagonistas como actores de una historia extraordinaria, sino que son sus propias voces quienes nos relatan los hechos. Al involucrarnos desde el primer momento en lo que fue el nacimiento de revolución política y social, los entendemos porque el mismo documental se da el tiempo de escucharlos.

Hay un fragmento, durante uno de los veranos, en que varios de los adolescentes se encuentran en torno a una mesa, frente a la cámara y micrófono registrando el momento, en que cada uno expresa lo que más les gustaría hacer en su vida diaria, en casa. Una de las chicas, tetrapléjica, habla pero no la podemos entender. No hay subtítulos. Después de varios minutos, el tipo que sostenía el micrófono hacia la joven pregunta “si alguien entendió lo que ella dijo”, a lo que otro muchacho, con poco menos dificultades para expresarse, trata de explicar qué dijo su compañera. “Querer estar sola” es lo que el joven dice. Su compañera asiente.

Campamento Extraordinario, es un gran documental sobre cómo un pequeño acontecimiento en la vida de unas personas los cambió para siempre. Pero quizás su mayor valor está en demostrar cómo el encuentro entre quienes tienen algo que decir sea escuchado por quienes deben oírlo.

Ficha de Campamento Extraordinario (Crip Camp: A Disability Revolution).

Director: James Lebrecht, Nicole Newnham.

Guion: James Lebrecht, Nicole Newnham.

Fotografía: Vicente Franco, Mario Furloni, Tom Kaufman, Justin Schein, Jon Shenk.

AleAravena

Publicista porque quería hacer comerciales ya que era lo más cerca a hacer cine, sin estudiarlo y morir de hambre.